será

jueves, 23 de julio de 2009

Pensé que estos días me iban a servir para descansar. Para estar más tiempo con mi novio, para ponerme al día con el orden de la casa, para ponerme linda. Pero ya está por terminar la semana y yo siento como que perdí el norte. Llego a casa sin saber muy bien qué hacer, me siento en la compu o miro tele, sin mirar. Sin prestar atención. Sólo paso el tiempo.

Entre el día del amigo y alguna que otra eventualidad, al llegar al sábado Pablo y yo habremos pasado juntos dos de las cinco tardes de la semana. Y no es que eso me moleste. Pero mientras estoy acá en casa, me siento perdida.

Será que los hijos nos marcan el ritmo, será que cuando vivimos en una vorágine tan grande, tan a mil por hora, frenar de golpe es casi imposible. O será que sin Joaquín me siento vacía, chiquita, frágil, ausente.

2 comentarios:

perica dijo...

uff te entiendo. la ultima oración. que pendejitos , cuanod están rompebolas querés que se lso lleven un rato, y sucede eso...y no lo soportas...

GC es un grande dijo...

pasa eso sin tener hijos tambien eh? uno no sabe que hacer con el tiempo libre...quizas eso...nada...es complicado eh? y lo peor es que la semana que viene vas idealizar terrblemente estos dias...es asi...

saluditos