hallazgo

jueves, 28 de mayo de 2009

Acabo de comer una oblea de Bon o Bon que es lo más parecido que encontré en los últimos tiempos al Nussini.

Creo que soy feliz.
Cambio y fuera.

chancho cochino

miércoles, 27 de mayo de 2009

Vieron el chiquito este del colegio de Pilar que salió en los noticieros porque le dió positivo el estudio de la gripe porcina? Bueno, es el compañero de banco del hijo de una chica que trabaja conmigo.

Hay chicos contagiados en colegios de Belgrano y Olivos.

Del cole de Joaquín están dele mandar notas con información para prevenir el contagio.

Hace un mes esto era problema de los mexicanos. Ahora pasa a unas cuadras de mi casa.

Qué hago? Me encierro hasta que todo pase? Me compro un barbijo y salgo a la calle como Michael Jackson?

Ay no sé.

hormigas en el cu...erpo

martes, 26 de mayo de 2009

A mi hijo me lo cambiaron. Joaquín era un chico tranquilo, pero el fin de semana se convirtió en un demonio de Tazmania en potencia. Inquieto, corrió por toda la casa, logró cansar al perro (cachorro de 7 meses) y transpiró lo que nunca en su vida. Se escondió debajo del sillón, adentro de los placares, abajo de una manta. Salió al balcón a sacar fotos, jugó al juego de la vida, a la batalla naval y a la oca. Se arrastró por los pisos del Unicenter. Saltó sobres las camas. Y se durmió excitadísimo, en unos pocos segundos.

Con mi concubito estamos empezando a pensar que mi hijo necesita... un patio.

a volar

viernes, 22 de mayo de 2009

Con Joaco estamos copados con esta página. Es recomendable para las mamás de hijos varones, o para las mamás varoneras y poco habilidosas, como yo.

cuando el canal era un río

miércoles, 20 de mayo de 2009

Yo tuve una infancia feliz. Me fui de vacaciones en carpa con mi mamá y mi hermana en un Citroen viejo y desvencijado, busqué huevos de pascua en botas de lluvia, jugué a Nuevediario en una terraza de San Isidro y corrí carreras a caballo con mis primos en Colón.


Hoy, cada vez que recuerdo esas épocas me sonrío y casi que puedo saborear el dulce de leche Gándara que me compraba mi papá. Recuerdo como la imágen de una película medio ochentosa las tardes caminando por el bicho feo, el almacén de Ramona y el kiosco de Corvalán. Los mandados a lo de Don Genaro, los campamentos en Cardales y los prácticos de fotos de mi viejo en San Telmo, o en Colonia. En Colonia! Mi viejo me llevaba a otro país! Y en barco! Qué días aquellos...


Cada tanto pienso que ojalá Joaquín pueda recordar su niñez como yo recuerdo la mía.

música para mis oídos

lunes, 18 de mayo de 2009

Nunca me gustó Soledad, la que revolea el poncho. En realidad ella me cae bien, pero cuando canta lo arruina. Sin embargo hay una vocecita que repite una canción suya y no pude evitar tomarle cariño. Claro que hablo de Joaquín y su más reciente adquisición en la clase de música.

El tren del cielo.

Viajo por las nubes
Voy llevando mi canción
Vuelo por los cielos
Con las alas de mi corazón
Déjame que llegue
Que me está llamando el sol
Vuelan los que pueden
Volar con la imaginación

Voy, voy llegando al sol
Ven que nos lleva el viento
Ahora voy, llevo mi emoción
Voy, por el tren del cielo

Voy por la montaña
Hasta que me abrace el mar
Por la pachamama
Que nos da la libertad
Voy por los caminos
Que nos llevan a la verdad
La senda del indio
Para toda la humanidad

Voy, voy llegando al sol
Ven que nos lleva el viento
Ahora voy, llevo mi emoción
Voy, por el tren del cielo

five days in hell

viernes, 15 de mayo de 2009

El lunes me picó una avispa mientras cruzaba la Av. Córdoba.

El martes me quedé dura y tuvo que venir la ambulancia a ponerme una inyección, que me dejó el culo dolorido hasta el miércoles.

Ayer Boca dió pena frente a Defensor Sporting por la Libertadores.

Hoy volví a trabajar, y ya estoy contracturada otra vez.

Gracias a Dios que es viernes.

hasta vogue no paro

miércoles, 13 de mayo de 2009


Tapa de Junio de la Revista Creative de Carmelo, Uruguay.

Foto: Ivana Gorosito 
ivana@nahual-studio.com.ar

consecuencias de la escolarización

martes, 12 de mayo de 2009

Los chicos son (por lo general) curiosos. Indagan, investigan y se hacen amigos desde una edad muy temprana de la expresión "po que?". Pero a partir de su ingreso en la escuela primaria la necesidad de absorber conocimiento crece desmesuradamente y agarrate Catalina porque nunca sabés qué te pueden preguntar.

Hasta el año pasado los feriados para Joaquín sólo eran días en los que no se iba ni al colegio ni a trabajar. Pero eso ha cambiado. Ahora sabe que existe el día del trabajador por ejemplo y que los feriados conmemoran hechos de la historia. Así que ayer mientras lo desvestía para meterse en la bañadera comenzó la charla. (Sí, a mi hijo le encanta hablar mientras se baña.)

Joaquín: Ma, qué se festeja el 25 de Mayo?

Tragué saliva y traté de explicarle como pude el significado de la Revolución de Mayo para todos los argentinos. Me fui hasta la llegada de Colón, y le expliqué que en estas tierras antes de que llegaran los españoles vivían indios.

Joaquín: Entonces somos indios! Iuju!!

Le conté que durante muchos muchos años fuimos una colonia española.

Joaquín: Entonces somos españoles?

Y que finalmente decidimos dejar de ser colonia para formar un país independiente. Aunque eso costó algunos años más.

Joaquín: Pero entonces somos españoles o indios?
Yo: Y vos dónde naciste?
Joaquín: En una clínica!

No se si despejé sus dudas, pero por lo menos nos reímos un buen rato.

juliana modelo

lunes, 11 de mayo de 2009

Estuve jugando un poco, si quieren pueden espiar acá.

Fotos de Ivana Gorosito http://ivanagorosito-photos.blogspot.com/.

Contacto: ivana@nahual-studio.com.ar

de edades y conflictos

viernes, 8 de mayo de 2009

Últimamente vengo con un mambo con mi edad. Y como yo voy a contramano del mundo, no me preocupa el paso del tiempo, agregar todos los años una vela más y el precio de las cremas con retinol, sino mi cara de quinceañera recién salida de la fiesta. Aunque si tengo que ser más específica puedo decir que no me preocupa tener cara de niña, sino tenerla y ser madre de un chico de 6 años.

Cuando Joaquín nació yo tenía más cara de niña que hoy, por supuesto, y no había día que saliera a pasear con mi bebé que no me preguntaran: "Es tu hermanito?". Sobre todo las viejas que no tienen mucho que hacer. Y yo les contestaba orgullosa, con el pecho inflado, que era mi hijo aún con 18 años y cara de 13. No me preocupaba. Porque para mí la vida pasaba por estar todo el día en casa, entregada a mi hijo como única tarea, y qué demonios me importaba lo que opinara una vieja esclerótica probablemente olvidada por toda su familia, y que como ya no podía joderle la vida a sus hijos me la quería joder a mí?

Así pasamos un idilio de 18 meses. Vivimos el uno para el otro hasta que Joaquín tuvo un año y medio, cuando yo empecé a trabajar y él arrancó su etapa escolar. Pero tampoco en el jardín sufrí demasiado el tema de mi juventud. Recién ahora le doy tantas vueltas al asunto. Creo que me preocupa lo que piensen las madres de los compañeritos de Joaquín, que por supuesto me llevan entre cinco y diez años. Pero si a mí antes no me importaba lo que piensen los demás? Qué cambió?

esas pequeñas cosas

miércoles, 6 de mayo de 2009

Cuando una vive en pareja, ya sea en la herejía del concubinato o en santo matrimonio, las miserias humanas afloran y lo que antes nos parecía pintoresco ahora nos saca de quicio. La toalla mojada en el piso, los pies sobre una silla o la tabla del baño son desencadenantes de grandes discusiones que sólo demuestran que las mujeres gritamos mucho y que los hombres se ofenden fácil. Pero estos encontronasos son comunes, normales, y hasta me arriesgaría a decir que son sanos en una convivencia. Generalmente gracias a esos enojos nosotras logramos que ellos pasen una escoba y ellos que no nos enojemos cuando nos preguntan si "no nos molesta que jueguen una copa FIFA del mundo con eliminatorias incluidas en la play". Finalmente todos salimos ganando.

También tiene sus ventajas, claro está, sino nos quedaríamos noviando eternamente. Compartir el desayuno y andar a los arrumacos sin pensar en horarios de partida, entre otras cosas.

Ahora bien, cuando uno tiene hijos la cotidianeidad cambia. Ya sean propios (de la pareja) o de alguno de los dos (como es mi caso). La imagen de los tortolitos tomando sopa con vino a la luz de las velas* desaparece de escena y el romanticismo se diluye entre libritos de dinosaurios, ibupirac a las 4 de la mañana y remiendo de pantalones con agujeros en la rodilla. Entonces hay que encontrarle la vuelta para que la cosa no se venga a pique. Buscar el romance en las cosas pequeñas de todos los días.


Ayer, mientras cortaba los churrascos y lavaba los rabanitos, mi concubito ayudaba a mi hijo a bañarse. Paré la oreja todo lo que pude y lo escuché, hablándole con ternura y con paciencia. Con toda la dedicación del mundo escuchaba sus preguntas y respondía con cariño y dulzura. Hablaron sobre los dinosaurios, sobre la clase de judo y no sé qué más. Cuando terminaron con la tarea del baño se fueron juntos a su habitación, a esperar a que esté la comida leyendo un libro en pijama.

En ese momento me enamoré un poquito más.


(*) Si alguien conoce al creativo publicitario que ideó la propaganda de los calditos para sopa que se toman con vino, díganle de mi parte que apesta.

destino?

lunes, 4 de mayo de 2009

Ayer festejamos los 80 años de mi abuela materna. Como siempre nos juntamos a comer asado como si no hubiera un mañana en la casa de mi tía, con 4 de mis 5 primos, mis abuelos, mi tía abuela, mi hermana, mi mamá y su marido y mi concubito.

Estas reuniones son casi siempre iguales, tienen una estructura narrativa, como si estuvieran guionadas. Nos sentamos a comer, todos hablan por encima de todos, se recuerdan cosas de otras épocas, alguien siempre liga un palo, sigue el bullicio, pasa la tabla con las achuras y los últimos de la ronda se quejan porque no les llegó molleja, las botellas de vino siguen bajando, llega el helado, después el café y en 5 minutos todos se dispersan por los rincones de la casa. La estudiosa toma sus apuntes, el cibernauta se acoda en la laptop y la gente mayor busca un huequito donde dormir la siesta. Por supuesto esto tiene algunas variaciones. Cuando se acercan las elecciones mechamos temas políticos, o en vísperas de fiestas se discute donde se pasarán el 24 y el 31. Pero básicamente esto es lo que sucede. Y aunque no seamos la familia más normal del mundo está bien así.

Volviendo al tema de mi abuela y sus ochenta, tengo que decir que es notorio el paso del tiempo, no sólo en mis abuelos sino también en mi madre y en su hermana, mi tía. Las veo a ellas y veo a mi abuela. Sus gestos, su manera de hablar. Quizás alguna se parece más que la otra pero ninguna pudo evitar convertirse en lo que nunca quisieron ser: su madre. Mi tía reparte sentencias y visiones unilaterales del mundo a sus hijos mientras mi madre trae a la luz temas de mi adolescencia que no sólo ya prescribieron, sino que además no le interesan a nadie. Y no puedo dejar de pensar si este hecho es un patrón aislado o si es mi destino, algo que está escrito y no puedo cambiar. Si indefectiblemente me voy a convertir en lo que no quiero ser. Si voy a terminar siendo el reflejo de mi madre y mi abuela.