and a japi niu iar!

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Que mi hija nazca sana.
Que mi hijo sea feliz, este año y siempre.
Trabajar menos horas.
Poder juntar para comprarnos un auto.
Aprender a coser a máquina.
Que no haya un solo chico trabajando o pidiendo limosna en la calle.
Que el mundo sea un lugar más lindo para vivir.
Que las relaciones humanas fluyan.
Que el padre de la porota que baila malambo en mi panza me regale el bendito cintillo.
Que a Nahual le vaya de puta madre.
Que mi hermana me acompañe a tatuarme.
Que los blogs que disfruto leyendo sigan estando ahí.

Entre otras miles de cosas, esos son mis deseos para el 2010.

cursi

lunes, 28 de diciembre de 2009

Qué lindo se siente mirar a tu pareja a los ojos y saber que elegiste bien.

parte

lunes, 21 de diciembre de 2009

Estoy viva. No son días fáciles. Las fiestas vuelven loco a cualquiera y mas cuando sos hija de padres separados, tenes un hijo con un papa que no es tu actual pareja y una familia política... particular. Queres pasar todos los días con todos y que nadie se quede en banda ni se ofenda, pero a la vez tenes ganas de mandar todo a la mierda y que se curtan. Ya de por si toda esta parafernalia es exaustiva. Imaginate embarazada y con las hormonas revueltas. Ni te cuento.

Por otro lado ayer fue la fiesta de fin de año de Joaco, tras que se incendie el teatro donde la iban a hacer. Y termino siendo en el Coliseo. Si, en el teatro Coliseo de Marcelo T. de Alvear. Una sala con capacidad para 1.600 personas y estaba lleno. Por un momento pensé que Joaco se iba a abatatar y no iba a querer salir al escenario. Pero no, me sorprendió y aleteo como pájaro adelante de los padres y familiares de toda la primaria. Me acuerdo de la primera semana de clases y veo lo que hizo mi hijo ayer y se me pone la piel de pollo. Y ya paso a segundo grado, que lo pario.

Ahora me queda enero, que para mi es difícil. Joaquin esta de vacaciones y eso significa hacer un rally diario para llevarlo a lo de mi mama y después volver a buscarlo. Pero después viene febrero, nuestra semanita de vacaciones y el ultimo tirón hasta marzo, que arranco la licencia. Y a esperar a Sofi. Parece que no falta nada.

Y nada, y todo. En eso estoy. Desaparecida por nada en especial y por todo a la vez. Pero estoy.

calambres en el alma

lunes, 7 de diciembre de 2009

Hace días que estoy para abajo. Sigo como si nada pasara porque no puedo parar, no puedo acostarme en la cama a llorar y descargar mi bronca, mi tristeza. No puedo porque esta Joaquin, porque esta Sofia en mi panza y no creo que le haga bien. No puedo porque no estoy segura de que valga la pena gastar energía en llorar por esto. Y esto es una sumatoria de cosas.


Una es mi trabajo. Es darme cuenta que las cosas no se dieron como se prometieron, que el tiempo pasa y sigo en las mismas condiciones, sentir que tengo que reclamar algo que sea mas justo para mi y a la vez mirarme la panza y pensar que no es momento para hacerme la sindicalista.

Y otra es el dolor de volver otra vez a vivir lo mismo, la hostilidad, la ofensa, y si tengo que ser sincera, me agota. Porque creo que no lo merezco. El ataque gratuito, la cizaña... no, no creo merecerlos.

Quizás los que lean esto no entiendan demasiado. Les pido disculpas. Estas palabras deben ser mi manera de escupir un poquito del dolor, la bronca y la tristeza que ya me empiezan a pesar.


la bendición

jueves, 3 de diciembre de 2009

Joaquín: -Ma, vos y Pablo se van a casar?


Yo: -No se Joaqui...

Joaquín: -Bueno, pero si se casan yo puedo llevar los anillos?

Yo: -Si mi vida, claro que podes.

Joaquín: - Los anillos son para que estén juntos toda la vida?

Yo: -Eh... si, algo así.

Joaquín: Hasta que la muerte los separe!

Yo: -Claro...

Joaquín: -Pero yo no quiero que la muerte los separe, hacen una linda pareja.

yo vivo en una ciudad

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Yo vivo en Villa Urquiza. Villa Urquiza es uno de los barrios porteños con mas construcciones de los últimos tiempos. Sin ir mas lejos en la manzana en la que vivo yo y en las manzanas limítrofes (¡!) hay aproximadamente 15 edificios en construcción. Todos sabemos que los albañiles no se llevan el tupper con los fideos que sobraron, ni se piden una pizza, ni compran fiambre en el chino con un paquete de pan lactal. Los albañiles hacen asados. Todos los santos días. Y hasta acá todo bien, porque yo no estaba en mi casa en la semana. Pero hace 7 días exactamente que sufro con el olor de las brasas desde las 10 de la mañana, el aroma de la carne asándose sobre unos cuantos fierros que vaya uno a saber de que parte del edificio son, y la imagen de mis amigos en overol degustando ese manjar. No importa si lo que hacen es falda. Para mi, que en este momento estoy pensando en hacerme unos miseros fideos, es el olor de una buena colita de cuadril, salada en su punto justo, ni seca ni cruda, con un chori mariposeado que la precede.