felicidad II

Ayer fuimos a confirmar el sexo del poroto. Parecía que era una nena pero había que tener la seguridad 100%. Y fuimos con Joaquín.

Estábamos todos nerviosos, exaltados. Teníamos miedo de que no se dejara ver. Joaquín se movía para todos lados, y mientras esperábamos que nos llamen preguntaba cada 5 segundos "cuándo nos toca?". Yo trataba de calmarlo pero por dentro pensaba lo mismo.

Nos llaman, entramos, dejamos las cosas, me acuesto en la camilla. Apenas empiezan a salir imágenes por la pantalla Joaco dice, "esa es la cabeza, no?", mientras la ecógrafa lo mira con cara de "y vos cómo sabés?".

Toma las medidas de rigor, chequea que todo esté en su lugar, y recién después de unos largos minutos, da vuelta el monitor para que yo pueda ver. Bueno esa es la panza, el estómago, ahí se ve la pierna, rodilla, por acá un brazo, y ahí está el corazón. Tuc tuc. Tuc tuc. Yo no dejo de sonreir. Busca entre las piernas y finalmente confirma, es una nena. Vulva, labios mayores, no hay dudas. Al padre le brillan los ojos, Joaquín baila al ritmo del latido del corazón de su hermana y yo me sumerjo en un estado de felicidad que me dura hasta ahora.

Sofi, hijita, te estamos esperando.