Últimamente siento que voy a contramano del mundo. Yo pienso en las vacaciones, en como pegarlas a la licencia para tener más días, en comprar una cuna de madera y pintarla que me sale más barato, en el día que le hagamos Truman Show al poroto y a la gente que me rodea sólo le interesa si el Dow Jones sube o baja. Y a mí me importa bastante poco, por no decir que me chupa un huevo.
Mientras los clientes me siguen llamando para que les haga de soporte técnico para un puto home banking, yo deseo estar en mi casa tejiendo para Agostina, practicando el punto de ochitos calados que no hay manera de que me salga.
Y como mi arroz con atún sentada en este escritorio como todos los días, escuchando Hope of Deliverance por enésima vez (Aspen dejá de repetir te lo pido encarecidamente), mirando boludeces por internet, imaginando los 3 meses que podré estar fuera de este lugar, disfrutando de mis hijos*.
Últimamente siento que estar embarazada y trabajar son cosas incompatibles.
(*) Cada vez que digo "mis hijos" medio que no lo puedo creer. Pero qué bien que se siente che.
incompatibilidades
lunes, 31 de agosto de 2009Etiquetas: analisis de la vida I, el gurrumín, la panza, la vida real
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12 comentarios:
Alcoyanísima!!, hablar de "mis hijos" al principio suena raro pero es HERMOSO, y el laburo es absolutamente incompatible con el embarazo, ya lo decía yo por el 2006, la licencia debería comenzar con el evatest positivo, Y nI hablar si trabajas entre cuervos del mundillo bursátil, te entiendo, porque indirectamente, pero también trabajo con ellos. Un beso Laurita!
jajaja que aparata.
nada en esta vida es compatible con trabajar, salvo que trabajes de lo que te gusta.
pero ya vas a estar de licencia y te vamos a envidiar todos!
Suscribo el comentario de arriba y amplío el de mas arriba:
La licencia debería comenzar con las 2 rayitas y terminar con el primer sello de "Votó" en el DNI del niño.
Es absolutamente incompatible, pero ¿cómo convencerlos de que te sigan pagando sin ir a trabajar?
Un beso
apoyo plenamente el pensamiento de Ivana: trabajar es incompatible con vivir
apoyo plenamente el pensamiento de Ivana: trabajar es incompatible con vivir
al fin alguien que me lee el pensamiento BASTA ASPEN DE REPETIR, ESTOY HARTA DE ESCUCHAR A ROXETTE TODOS LOS DIAS.!!
suena raro "mis hijos", me animare algun dia??
mis hijos, que grosa!
trabajo y embarazo, incompatibles a full.
aspen tal cual! basta de repetir!
besos
(amo el arroz con atun y mayoliva)
uyy Lau, sabes que con todo esto de la pelicula que me hice, me paso pensar, como sera ir a laburar embarzada, porque con el Peque yo vivia en lo de mi vieja y no trabajaba, bah, me rascaba a 4 manos. Debe ser raro no?
tendriamos que trabajar juntas y gastarnos la lengua hablando de estas cosas que me pasan por la mente 25 veces por minuto mientras a nadie mas la importa. Y dicen que la plata no mueve al mundo che, porque sin no fuera porque pagan, ni bosta.
Flor, coincido! Y ni hablar de la licencia por paternidad, que son dos días...
Ivana, tal cual, salvo que trabajes de lo que te gusta. Uy, y a mí qué me gusta? Estoy en problemas.
Nahualito, dónde hay que firmar?
Amanda, es lo que todavía estoy pensando. Ya se me va a ocurrir la forma. ;)
Marie, jua!
Perica, antes Aspen estaba buena che, no sé qué pasó. Y sí! Obvio que te vas a animar. Vas a ver, vas a ver.
Morke, me encanta decir mis hijos. Me re suena a familia numerosa y es lo más. La mayoliva se la dejo a mi concubino. :)
Cory, yo con el embarazo de Joaqui sólo estudiaba, pero tenía 18 años y aunque sigo siendo una pendeja, creo que ahora me canso más. En esa época me levantaba a las 5.30 AM para ir a cursar a las 7 de la matina en la UBA. En invierno! Y con panza! Hoy creo que no lo hago ni loca. En cambio me levanto a las 7.30 para llevar a mi hijo al colegio y venir al centro a laburar 9 horas. En invierno! Y con panza! (Bue, todavía no pesa pero está.) No sé qué prefiero eh.
María, si nosotras trabajáramos juntas hablaríamos todo el santo día y a la semana nos pegan una patada en el culo a cada una. Lo lindo sería que nos podríamos ir a la plaza con Elena, Clarita, Joaquín y el o la que venga, a tomar mate y comer bizcochos. Y seguir hablando, obvio.
Como Marie e Ivana trabajo y vida son incompatibles
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