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Todos los que tengan hijos coincidirán conmigo en que festejar un aniversario un día de semana es casi imposible. Pero:

Si tenés un cahampagne que te quedó de las fiestas en la heladera, y un carré de cerdo que estaba de oferta en el Carrefour cuando hiciste la compra del mes en el freezer, tenés el festejo solucionado. Cómo? Así:

Primero le preparás la comida al peque, y por supuesto después de bañarlo y darle la cena, a la camita que hay que levantarse temprano.

Después (o mientras tanto, si no queres comer a las doce de la noche) agarrás el carré y lo atás con un hilito cosa que no se deforme. Salpimentás y lo untás con mostaza, como si te pusieras Rayito de Sol. Lo mandás a un horno fuertecito con pedacitos de manteca en la fuente, cebolla de verdeo y vino blanco (yo como no tenía improvisé y le mandé caldo de verduras) y lo dejás unos 15 minutos. Después bajas el fuego y lo dejas que se cocine al mínimo unos 40 minutos más.

Por último, cuando el cerdito ya esta en su punto lo sacas, lo desatas y colas el fondo de cocción para sartenearlo un poco con crema de leche y hacer la salsita que va a bañar los medallones. Yo además le agregué una cucharadita de mostaza de dijon.

Para acompañar hice un puré de batatas común y corriente. Y por supuesto nuestro amigo el champú.

Si tenes algún DVD de música acorde y unas velitas, nunca esta de más un poco de ambientación.

Y listo. Ahí tenés tu festejo de aniversario. El postre queda a elección de cada uno. If you know what I mean.