agotando recursos

Ya he dicho que tengo problemas de memoria. No recuerdo los nombres de mis compañeros de secundario, ni el tiempo que demoran en hacerse las papas fritas de McDonalds ni lo que me puse el día que me confirmé. Y aunque esas cosas son irrelevantes, el mecanismo funciona igual para otros hechos, personas o lugares. Guardo, archivo tan bien ciertas cosas que después me resulta difícil encontrar rastros de esos recuerdos. Supongo que será un mecanismo de optimización de espacio. O de defensa, quizás.

La cosa es que no me gusta revolver. Eso de andar haciendo fuerza para recordar momentos y traerlos a la mesa para analizarlos... mmm, es como que me metas el dedo en la llaga. Me duele, me deja pensando. Y sin embargo ahí estoy. Haciendo mi mejor esfuerzo por una razón que es todas las razones. Mirando hacia atrás aunque lastime.

Espero que esto sirva. Tengo esperanzas de que esto sirva.

No es fácil para las madres exponerse a la mirada de la psicología. Siempre hay un edipo no resuelto, un vínculo conflictivo. Y nosotras que somos tan culposas. Son cosas casi incompatibles.

Pero las madres hacemos lo que sea por nuestros hijos no?