algunas cosas sueltas

La cartera que quería subió $50 (¡!) sólo por el cambio de temporada. Si ya era un robo ahora sólo la miraré desde la vidriera.

Mi novio está en este momento colgándose la ropa de running que tiene que usar esta tarde en la cocina de su oficina porque no se le terminó de secar. Me invade un sentimiento de culpa.

Ya pasaron 15 minutos del horario de salida al mediodía de Joaco y todavía no me llamaron. Le prendí velitas a los santos escolares para que se la banque.

Voy por la segunda tanda de mate y todavia no logro despertarme del todo.

Si acomodo bien las piezas, me voy el fin de semana a Tandil. Cruzo los dedos!