Lindo. Lindo texto.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Esto se lo robé de un post a alguien que quiero mucho. Ya quisiera yo tener nietos, para amarlos tanto como amo hoy a mi hijo, y no sentir la obligación de marcarles el camino, retarlos cuando se portan mal y decirles cuando reclamen que juegue con ellos: "Ahora no puedo, tengo que planchar."


(...) Lo que nunca jamás pudimos medir fue nuestro amor, porque era infinito. Era, si, como cuando Palinuro le preguntaba al abuelo cuánto lo quería.
- Mucho, muchísimo le contestaba el abuelo Francisco.
- Pero ¿cuánto, cuánto abuelo? ¿De aquí a la esquina?
- Más, mucho más.
- ¿De aquí al Parque del Ajusco?
- Más, muchísimo mas: de aquí al cielo de ida y de regreso, yéndose por el camino mas largo de todos y regresando por un camino todavía más largo. Y eso después de dar varios rodeos, de perderse a propósito, de tomar un café con leche en Plutón, de recorrer los anillos de Saturno en patín del diablo y de dormir veinte años como Rip Van Winkle, en uno de esos planetas donde las noches duran veintiún años: porque a mi me gusta levantarme temprano, cuando menos un año antes de que amanezca.


Fernando del Paso
Palinuro de México (fragmento)

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