jueves, 26 de febrero de 2009

Anoche no dormí bien. No me acuerdo del todo lo que soñé, pero en algún momento del sueño llegaba tarde al primer día de clases de Joaquín, no le tenía limpio el uniforme y no me acuerdo qué más.
Hoy estoy tratando de sobrellevar el día después de una mala noche. Y de una semana de regular tirando a mala, a decir verdad. Y esta bastante complicado te voy a decir.
No sé por qué pero siento angustia. Estuve desde la mañana tratando de dilucidar que era lo que sentía y ahora me sale así como sí nada. Siento angustia en el pecho, me tiemblan los brazos y la razón. Tengo la garganta áspera, gastada, como si hubiera gritado mucho, muy fuerte. Como si hubiera gritado todo lo que me pasa, pero no.
Las cosas de laburo que no puedo solucionar me ponen mal, que Tito se coma los libros desata un llanto y hasta me frustro cuando se me escapa el colectivo delante de las narices.
Quisiera entender qué me pasa. Pero no es tan simple, claro. Para eso hay que ir más profundo. Y duele. Mejor quedarme por acá arribita con mi angustia. Con este nudo en el pecho que no sé de donde viene pero que a lo mejor algún día se va. O sí sé pero no lo quiero reconocer. No sé.

2 comentarios:

Liduvina dijo...

¡Dale para adelante que todo pasa!

Ahhh y otra, si conoces a alguien que necesite niñera ya sabes con quien comunicarte, este año quiero volver a cuidar chicos ;)

Un abrazote fuerte fuerte de esos que curan todo

Daniela Lucena y Gisela Laboureau dijo...

todo pasa, una de las maximas que gobiernan mi vida.